Negación y aislamiento, ira, consternación, aceptación, depresión y arrepentimiento son algunas de las etapas por las que atraviesan quienes tienen enfermedades terminales, describe Felipe Salvador Palazzo, experto en Cuidados Paliativos e integrante del Centro de Atención Integral del Paciente Oncológico. En general, según el médico, a los latinoamericanos nos cuesta mucho aceptar la muerte y, por lo tanto, también nos resulta muy difícil arrepentirnos de las cosas que hicimos mal. En la adversidad, los pacientes suelen aprovechar esa oportunidad para pedir perdón, especialmente a los familiares, por las cosas que no hizo.

"Siempre es bueno pasar por el proceso del arrepentimiento. Lo importante es que sea un sentimiento de corazón, no una última voluntad para limpiar culpas", explica el médico. Todas esas reflexiones que escuchó de boca de los moribundos transformaron su vida. "Muchos de los errores de los que ellos se arrepienten son los mismos que todos cometemos a diario. Vivimos a las apuradas, sin disfrutar nada, sin hacer lo que verdaderamente queremos y sentimos", cuenta.